viernes, 13 de febrero de 2009


Perdiéndonos juntos en un amanecer eterno, pasamos las horas muertas de la madrugada mirándonos a los ojos en un transe soñado.
A esa hora en qe el tiempo ya no es tiempo, las horas no pasan y se hace perpetuo.
La mayor parte de la gente nunca provará esta clase de amor. Algo tan puro y genuino qe trasciende el espacio y el tiempo, y te hace sentir qe por un instante se detuvo y uno es dueño del tiempo, porqe ya no te controla, no lo sentís, no te afecta ni te importa. Es un amor qe perturba mi mente y qe siempre estará presente, lo único qe hago es pensar, recordar, las horas qe pasamos juntos, lo mucho qe te extraño. Sentí qe el pasto me rozaba y la brisa fresca de la mañana era reconfortante, sin duda lo era. La bruma de las primeras horas del día me recordó qe ya no estaba sola, qe nunca más lo estaría, qe te llevo conmigo a donde vaya y qe nunca te olvidaré.

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